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Xantolo en la Huasteca Potosina

La celebración del Día de Muertos en el estado de San Luis Potosí, principalmente en la zona Huasteca, lleva el nombre de “Xantolo”. Ésta palabra de origen Náhuatl, quiere decir día de los muertos y deriva de la palabra Sanctorum que significa de todos los santos. Debido a que los indígenas no podían pronunciar Sanctorum, se transformó en Xantolo. Esta celebración es la más importante en la zona Huasteca, lo celebran las comunidades indígenas de las etnias teneek y náhuatl. Días antes de la llegada del Xantolo, las familias se reúnen para preparar los manjares que ofrecerán a los difuntos y que compartirán con los vivos. Se preparan los tamales, zacahuiles, patlaches y los chichiliques. Los municipios que más se distinguen en esta celebración son:

• • Ciudad Valles
• • San Martín Chalchicuautla
• • Tamazunchale
• • Tancanhuitz
• • Tanquián de Escobedo
• • Aquismón
• • Axtla de Terrazas
• • Tamuín

En todos los municipios se realizan los concursos de comparsas, donde se tiene que ir disfrazado de algún personaje que haya existido en el pueblo, ya sea el plomero, el doctor, el padre, el mecánico. Los hombres visten vestidos y accesorios de mujeres, para dar una representación más real a su personaje.

Existen reglas para poder participar en las comparsas, como por ejemplo, si bailas un año asumes el compromiso de bailar siete años seguidos. Otra de ellas es, que sólo aquellos que ya han cumplido la tradición de bailar los siete años seguidos podrán disfrazarse del diablo o de la muerte. Esto es debido a que estas dos figuras son vistas como los máximos representantes de la fiesta. Estas reglas han sido impuestas por la tradición y costumbre que ha ido abarcando esta gran fiesta a lo largo de los años, aún se siguen conservando y viviendo de la mejor manera y con mucha enjundia.

La festividad más representativa del Xantolo se vive en el municipio de Axtla de Terrazas, en la comunidad de Cuayo, en el panteón del barrio de Chalco, el 31 de Octubre por la noche. En este lugar se lleva a cabo la ceremonia de cambio de fiscales, quienes son las personas que durante un año tienen el cargo de apoyar a los deudos de los difuntos que mueren en ese mismo año y cuidar del cementerio. Es un alto cargo en la comunidad, ya que es la máxima celebración del año y enmarca la festividad del Xantolo.

Esa noche, todas las personas acuden al cementerio a visitar a sus difuntos, se acomodan alrededor de la tumba, la que adornan con arcos y cruces de flor de cempasúchil, encienden velas y llevan comida y bebidas que comparten sobre la misma. La comida que llevan es el patlache, un tamal que lleva un pollo entero dentro, u poco más chico que el zacahuil y es envuelto en hoja de plátano, el tamal se y se acompaña con aguardiente, un suave licor. El festín se alegra con la música de los grupos que tocan sones huastecos y los cohetes no dejan de estallar en el cielo anunciando el gozo por recibir a las ánimas que esa noche regresan a disfrutar las ofrendas dadas. En la galera los danzantes no dejan de danzar esperando la llegada de la hora del cambio de bastón de mando de los fiscales.

Antes de la media noche se anuncia el inicio de la ceremonia. Se encuentran presentes atestiguando la ceremonia las autoridades civiles encabezadas por el Presidente Municipal. Los fiscales salientes se encuentran sentados en un costado de una larga mesa y en el otro costado se encuentran los entrantes. Son 8 personas las que entregan y los mismos los que reciben, 2 y 2 por cada una de las 4 comunidades que alberga el cementerio, es un titular y un suplente. Cada fiscal saliente hace entrega de su bastón al fiscal entrante acompañando la entrega con un breve discurso invocando la responsabilidad que esté conlleva, igual lo hace quien recibe. Se intercambian un jarrito de aguardiente, que beben en señal de acuerdo y proceden a bañar el Bastón de mando con el mismo líquido que toman, como símbolo de bendición para quien hará uso de aquel. Ya que terminan los discursos todos saludan con aguardiente y empieza el convivio general. La fiesta continúa en la puerta principal del cementerio en donde hay un gran castillo de pólvora que empieza a quemarse ante todos los presentes, que aplauden los destellos de la pólvora que resalta el orgullo de las tradiciones de Chalco. La pólvora cierra con los famosos toritos, que son personas que se colocan un toro hecho de pólvora en la cabeza y cuando se le prende, hacen correr a la gente echando cohetes por doquier.