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Español: El Palacio Riesco se encuentra inserto en el Valle de El Salto, situado sobre el último cordón poniente del cerro San Cristóbal, logrando ser visible desde varios puntos de la comuna de Huechuraba.

El fundo El Salto fue un predio agrícola que tuvo varios dueños, siendo el más destacado Manuel de Salas. A lo largo de un siglo, después de una sucesión de matrimonios y herencias, llegó a manos de Alberto Riesco Errázuriz, quien se encargaría de levantar en este terreno el Palacio donde antes se ubicaba la casa patronal. La casa patronal fue una construcción típicamente colonial, de adobe, en forma de U, con un gran patio interior. Su estructura no resistió el terremoto de 1906, quedando prácticamente en el suelo. Tras esto, Alberto Riesco Errázuriz encarga la construcción de una casa en el predio. Considerando que se acercaba el centenario, no escatimó en gastos para su diseño y construcción, para lo cual contrató al Ingeniero Civil José Ramón Herrera Lira. El palacio fue construido en 1917, es de estilo neoclásico, y cuenta con dos pisos. El segundo nivel se diseñó para brindar una doble altura al salón de estilo imperio, lo que se logró construyendo un cielo de frisos, molduras y vitrales en los costados, formando un segundo piso falso. En su interior los salones se conectan por corredores que confluyen en tres torreones. Se accede al edificio por una escalera de dos brazos. La construcción total del inmueble ocupa una superficie de 2.097 m2. El palacio está rodeado, además, de un parque que posee una gran variedad de árboles de más de cien años de antigüedad, entre los que se encuentran palmeras, pinos, araucarias, pimientos, peumos, olivos, jacarandas, encinas, pinos cipreses y castaños, entre los más destacables. En 1990 el sitio fue adquirido por Télex - Chile, con el objetivo de transformarlo en su centro de operaciones. En su remodelación se respetó la concepción original de la construcción utilizando materiales nobles, rescatando puertas, parquets y vitrales. El proyecto contemplaba la utilización del palacio como sede de las oficinas de la planta ejecutiva y la construcción de un edificio anexo para sus funcionarios.

En 1992, en consideración a sus méritos arquitectónicos e históricos, el Ministerio de Educación lo declaró Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico. Hoy en día este edificio es propiedad privada adquirida por la empresa Claro Chile, entidad que además edificó en el terreno.