File:El mar es como el conocimiento.jpg

Español: No puedes bañarte en todas sus aguas, pero no por ello dejas de salir a nadar. A veces parece amable, sencillo y otras veces su agresividad hace que no te introduzcas del todo, pero no por ello deja de ser magnífico. Hay que tener siempre el mar de frente, hay que vigilarlo, porque, aunque parezca que no, puede arrastrarte a las profundidades y llegar a un punto del que no se puede salir. Tenemos que enseñar a los niños a tratar al mar, motivarlos para que entren a nadar, darles indicaciones para que les sea más fácil, pero son ellos los que tienen que bracear y mantenerse a flote.

Lo mismo ocurre con el conocimiento. No puedes acceder a todo el conocimiento, pero no por ello dejamos de aprender e intentar saber más cada día. En ocasiones, parece sencillo, otras parece complicado, pero seguimos observando su grandeza y aproximándonos a mirarlo. Hay que mirar al conocimiento de frente, contrastar la información que nos llega, ya que podemos aprender conocimientos erróneos y que nos lleven a callejones sin salida. Debemos dar pautas a los niños sobre cómo aprender, guiarlos, motivarlos para que siempre quieran aprender un poco más, pero, al final, son ellos los que tienen que adquirir ese conocimiento, buscar información y descartar la que no sea válida.